De la serie Fragmentarios
Colectivo Paralelo 38
180 x 70 cms
2013
2013
De la serie Fragmentarios
Colectivo Paralelo 38
180 x 70 cms
2013
2013
Descripción del proyecto.
En
este primer proyecto que nos inaugura oficialmente como colectivo, tratamos la
fragmentación en el ser humano a partir la tensión entre introspección y
extrospección. El proyecto consta de 2 (auto) retratos de 180 cms x 70 cms cada
uno, realizados
a partir de fotos de fragmentos de nuestro cuerpo desde diferentes ángulos.
Todas las fotos se unieron de manera tal, que aunque se generaba una sola
imagen la unión se realizaba superponiendo y juntando toscamente las fotos,
dando la impresión de un retrato un tanto cubista (en el sentido de componer un
objeto desde sus diferentes puntos de vista) pero que no lograba totalmente ni
la unidad, ni la fragmentación. Ahora bien, la metodología de trabajo se basó
en esa noción de ver y ser visto. Específicamente, el proceso consistió en que
uno de los dos tomó las fotografías del otro usando diferentes angulaciones,
con la condición de que el retratado debía componer su retrato a partir de los
fragmentos que el otro había capturado de su cuerpo. Las dos piezas son una
combinación de puntos de vista, no solo por la angulación de los fragmentos,
sino también por las diferencias entre introspección y extrospección.
El
cuestionamiento que se presenta aquí es cual de las dos miradas determina ese
“quién es quién” que intentamos determinar a diario. Desde la psicología se ha
hablado del principio de la Gestalt, desde el cual el ser humano reconoce las
cosas externas porque de alguna manera hay una identificación interior con
estas. Por tanto se podría decir, que desde esta teoría el interior y el
exterior están estrechamente conectados, y hay quiénes dirían que los dos hacen
parte del mismo proceso de entendimiento de la realidad. Sin embargo, esta conexión genera una
paradoja. Es decir, ¿Yo soy yo desde la concepción que tengo de mí mismo? O por
el contrario ¿yo soy desde la concepción que el otro tiene de mí? ¿Qué
determina entonces el verbo “ser” de cada quién?